De esa forma, como viene siendo habitual, se forró la capilla y se preparó un dosel realizado a base de distintas piezas de damascos crema y burdeos, bajo el cual se dispuso al Señor de la Salud, y a sus pies María Stma. de la Estrella en veneración, luciendo su terno negro, pero enjoyada siguiendo las pautas de su vestidor, quien por las restricciones de movilidad no ha podido acudir a cambiarla. Para los cultos se han estrenado dos cornucopias doradas y flores de talco para dos ánforas, así como se ha expuesto el nuevo puñal, fruto del amor y devoción, que tenía previsto estrenar la Sagrada Imagen. La capilla ha sido exornada floralmente con cymbidium y rosas blancas, margarita verde, ruscus y clavellina roja la parte del Señor y con cymbidium blanco, rosas blancas, rosa sprai color rosa, clavel antique, brassica blanca y ruscus la parte de la Virgen.
Con todo ello, del miércoles día 25 al viernes, 27 de noviembre, tuvo lugar el Solemne Triduo presidido y predicado por los padres franciscanos, rogando en el mismo por los difuntos y enfermos de la Hermandad, terminando todos los días la Eucaristía con la invocación e incensación de la Virgen. Estos días estuvieron ilustrados musicalmente por el órgano del Templo Conventual. El último día de triduo, como siempre, estuvo organizado por el Grupo Joven, que animó la Eucaristía y organizó tras ella la Vigilia de Oración y Exposición del Santísimo ante la Virgen de la Estrella.
El sábado, 28 de noviembre, tuvo lugar por la mañana la Función Principal de Instituto de la Hermandad, pospuesta desde el 15 de marzo debido al confinamiento que sufrió España en aquel momento. La Eucaristía estuvo presidida por el Director Espiritual, acolitando los jóvenes de la Hermandad, aunque por el aforo de la Iglesia en número reducido a lo acostumbrado, y por parte del Mayordomo se hizo la pública y anual Protestación de Fe en representación de todos los hermanos. Musicalmente acompañó Piano Music cuya soprano entonó en el Canto de Entrada el Padre Nuestro de la Salud propio de la Hermandad, culminando con el Ave María de William Gómez en el momento de la veneración a la Virgen.
Tras la comunión, el secretario dio lectura la concesión de una reliquia de primer grado de San Junípero Serra, misionero franciscano en California en el siglo XVIII, natural de Mallorca, otorgada a la Hermandad por los franciscanos de la ciudad de Los Ángeles, para lo cual han mediado tanto nuestro Director Espiritual como el Ministro Provincial de España, y cuya historia puede verse en la entrada anterior de este blog.
Durante el resto del fin de semana, primero de Adviento, se desarrolló la devota veneración a María Santísima de la Estrella, acercándose hasta Santo Domingo hermanos, fieles y devotos para orar ante la Madre de Dios y pedir su intercesión.
Queremos agradecer a cuantos hermanos han hecho posible estos cultos, su preparación y dedicación estos días, complicado por las medidas de distanciamiento y seguridad que se han tenido que llevar a cabo, así como a los hermanos y fieles que han acudido dando prestancia a estos cultos.
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| Fotos: Fernando Montes y Luis Pedro Cámara |
