jueves, 1 de mayo de 2008

TEMPLO CONVENTUAL DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO Y SANTO DOMINGO

Bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Santo Domingo se levantó el convento que originalmente fue de la Orden de Predicadores en el solar en el que, según la catedrática Lozano Bartolozzi, ocuparon antes la ermita de San Bartolomé y las Cárceles del Corregimiento.

Fue fundado por doña Catalina de Saavedra en 1524, iniciándose poco después las obras. Intervendrán en el último cuarto de la centuria en la realización del templo y convento dos miembros de la familia de canteros cacereña Martín Nacarino, Blas y Hernando, amén de los también canteros Gabriel de Roa y Jusepe Paniagua.

En el siglo XVIII se realizan obras de reedificación en la iglesia y convento (coro, sacristía…) y para ello se solicita al Concejo piedra de la barbacana, muralla y Arco del Rey.

En 1822 se extingue la comunidad dominica ahí instalada y a partir de 1873 se convierte el convento en Hospital, Cuartel y Delegación de Hacienda, hasta que en el siglo XX pasa a manos de la Orden Franciscana a quien pertenece desde entonces la Iglesia y el Convento.

Iglesia Conventual

La Iglesia es un edificio sencillo, con muros lisos de mampostería y esquinas de sillería; de sillares graníticos son también la portada y los contrafuertes.

La puerta principal de la Iglesia está situada a los pies del Templo y está formada por un arco de medio punto con decoración vegetal en la clave y enjutas y rematado dicho arco con una hornacina avenerada central flanqueada por pilastras con flameros en la que hay una imagen de la Inmaculada Concepción. En el eje del conjunto se abre una ventana adintelada y abocinada que se remata con escudo coronado. Precede a la fachada un pequeño atrio en el que al lado izquierdo de los pies del templo se sitúa una portada por la que se accede al Convento.

El interior del Templo es de gran tamaño, de planta de cruz latina con capillas entre contrafuertes y presbiterio ochavado. Su alargada nave está distribuida en tres tramos separados por arcos apuntados que apoyan en pilares compuestos, este mismo tipo de arco es el que da paso a las capillas laterales y forma también el toral; las capillas dispuestas entre contrafuertes están comunicadas entre sí por atajos con arcos de medio punto.

Distintos tipos de bóvedas de crucería realizadas en ladrillo cubren la práctica totalidad del templo. En todos los casos son bastante sencillas; los tramos de la nave y los brazos del crucero tienen bóveda de crucería sencilla, mientras el crucero y la capilla mayor lucen bóveda de terceletes. Las capillas laterales se cubren mediante bóveda de aristas.

El retablo mayor está formado por dos cuerpos y tres calles con cuatro columnas salomónicas decoradas con racimos, a los lados decoración de angelitos y motivos vegetales que arrancan de las cartelas que fechan el retablo en 1692. En el banco y calles se encuentran óleos sobre lienzo con episodios de santos dominicos y la Sagrada Familia. La calle central del primer cuerpo está ocupada por una talla de madera policromada de Santo Domingo, fechada a mediados del siglo XVIII. En el remate se encuentra un Calvario, también del XVIII, con un crucificado del siglo XVI.

Las capillas laterales del lado de la Epístola están dedicadas a San Francisco, el cual preside un buen retablo del XVIII; la del Stmo. Cristo del Calvario, crucificado de comienzos del siglo XVII del taller de Gregorio Fernández, y titular de la Cofradía de los Estudiantes; la de Nuestra Señora de Guadalupe; estando a los pies de la Iglesia la de la Virgen de Fátima.

En el lado del Evangelio hay que comenzar hablando del bello retablo-manifestador que hace las funciones de Sagrario, el cual se adosa en la cabecera. Posteriormente está la capilla de la Santísima Virgen del Rosario, bella imagen mariana de vestir que tradicionalmente se viene datando en el siglo XVIII, la cual está cobijada en un magnífico retablo dorado de la misma centuria.

Posteriormente está la Capilla de San Vicente Ferrer, presidida por un retablo con la imagen de este santo dominico. En un lateral de esta capilla nuestra Hermandad tiene al culto en un sencillo altar decorado con flores e iluminado por velas a sus Sagradas Imágenes Titulares: Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Estrella
. La última capilla está dedicada al santo franciscano San Antonio de Padua, quien a la vez es titular del Colegio que los franciscanos tienen en Cáceres.

Para concluir decir que en los pies hay un coro alto el cual fue realizado en las reformas que hubo en el templo en el siglo XVIII. Al coro se accede por unas escaleras situadas en el lado del Evangelio.


Fotos: Presbiterio del Templo de Santo Domingo. Fernando Montes Macías.
Capilla de la Hermandad. Archivo de la Hdad.