A través de nuestros frailes hemos conocido la situación de los franciscanos en Haití. Todos ellos están vivos. Una de las fraternidades, a pocos metros del Palacio Presidencial y la Catedral, que era un dispensario de alimentos y medicinal, ha quedado muy dañada.
Los franciscanos de Centro América necesitan de la solidaridad de toda la familia franciscana para asegurar ayuda sanitaria a la población en el dispensario donde trabajan.
Desde la Curia General de la Orden se está coordinando toda la ayuda. Quien desee colaborar desde Cáceres puede hacerlo llevando su donativo a la sacristía de Santo Domingo, desde donde se enviará a la Curia General.
Aun así, desde la Hermandad se están estudiando diversas propuestas para colaborar con los damnificados del terremoto, con lo que se informará lo antes posible.