De esta manera se presenta la Santísima Virgen del Rosario, imagen que pese a no ser titular de nuestra Hermandad los frailes nos han cedido su culto para poder recuperar su antigua devoción.
Para el tiempo de Glorias de este año, y más si cabe para recibir a la Virgen de la Montaña, Ntra. Sra. del Rosario, co-patrona de Cáceres, luce vestida como en los años de mayor esplendor de esta advocación mariana en nuestra ciudad, con alhajas recuperadas del patrimonio de la extinta Hermandad del Rosario.
Así, se presenta con manto de terciopelo rojo y saya con corpiño y mangas de seda blanca brocada en oro, con el traje del niño a juego, con fajín de moaré burdeos en la cintura de la Virgen. Como gran novedad, luce la Señora sobre un tocado monjil su antiguo rostrillo en plata y filigrana, datable del siglo XIX o principios del XX, con piedras y perlas engarzadas.
La corona que lleva sobre sus sienes es la de plata, realizada en 1649, a juego con el cetro, mientras que la del niño es posterior, también en plata. En cuanto a las alhajas, en el pecho porta una cadena de oro de estilo veneciano con el broche de plata del águila imperial con la Santa Faz, de gran antigüedad; en la cinturilla pende un colgante tembladera en plata dorada, de filigrana, enmarcado por un rosario de plata y cerámica esmaltada.
Tanto de la mano de la Virgen como el niño sujetan sendos rosarios a juego de plata y coral. Por su parte, el Niño Jesús lleva un colgante relicario en oro y esmaltes con más de cien años de antigüedad.