Elementos comunes para cada día del Triduo.
V. En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
R. Amén.
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno para todos los días:
¡Salve,
Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María,
Virgen
hecha iglesia,
elegida
por el Santísimo Padre del cielo,
consagrada
por Él con su santísimo Hijo amado
y
el Espíritu Santo Defensor,
en
ti estuvo y está
toda
la plenitud de la gracia y todo bien!
¡Salve,
palacio de Dios!
¡Salve,
tabernáculo suyo!
¡Salve,
casa suya!
¡Salve,
vestidura suya!
¡Salve,
esclava suya!
¡Salve,
Madre suya!
Y,
¡Salve, todas vosotras santas virtudes,
que,
por la gracia e iluminación del Espíritu Santo,
sois
infundidas en los corazones de los fieles
para hacerlos, de
infieles, fieles a Dios!
Terminada la oración preparatoria se lee la meditación del día
correspondiente.
Meditaciones específicas para cada día del Triduo:
Día Primero. Meditación.
Del
libro del profeta Isaías (Is 61,10-11)
Desbordo
de gozo en el Señor,
y
me alegro con mi Dios:
porque
me ha puesto un traje de salvación,
y
me ha envuelto con un manto de justicia,
como
novio que se pone la corona,
o
novia que se adorna con sus joyas.
Como
el suelo echa sus brotes,
como
un jardín hace brotar sus semillas,
así
el Señor hará brotar la justicia
y los himnos para
todos los pueblos.
PALABRA DE DIOS
Antífona:
Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo entre las mujeres ninguna
semejante a ti, hija y esclava del altísimo y sumo Rey, Padre Celestial, madre
de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo; ruega por
nosotros, con San Miguel arcángel y con todas las virtudes del cielo y con
todos los santos, ante tu santísimo Hijo amado, Señor y maestro.
Gloria al
Padre…
Preces
Con un corazón
humilde y sencillo presentemos nuestra oración como un perfume agradable a Dios
para que nos conceda los dones del Espíritu, y digamos:
Que la Virgen de la
Estrella interceda por nosotros
1.
Para que, unidos a Cristo como lo
estuvo María Santísima demos frutos abundantes de caridad y santidad para
gloria del Padre y bien de todos los hombres. Oremos.
2.
Para que los jóvenes, al contemplar a
la Santísima Virgen, sientan la llamada de Dios que los invita a seguir a
Cristo en la consagración virginal a su Reino o en la fecundidad de una familia
auténticamente cristiana. Oremos.
3.
Para que el Redentor del mundo, que
aceptó sufrir sentencia injusta y abrazar el camino de la Cruz para ofrecer su
vida por nosotros, sostenga a todos los que se sienten turbados en su espíritu.
Oremos.
4.
Para que en medio de las dificultades
de la vida, podamos mirar con confianza y seguir con docilidad el camino que
nos indica María, la estrella luminosa del mar. Oremos.
5.
En unos momentos de silencio,
presentemos nuestra oración… Oremos.
Medítese y récese la oración final para todos los días.
Día Segundo. Meditación.
De
la carta del apóstol San Pablo a los Gálatas (Ga 4,4-7)
Cuando llegó la
plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,
para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción
filial. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo,
que clama: «¡Abba, Padre!».
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero
por voluntad de Dios.
PALABRA DE DIOS
Antífona:
Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo entre las mujeres ninguna
semejante a ti, hija y esclava del altísimo y sumo Rey, Padre Celestial, madre
de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo; ruega por
nosotros, con San Miguel arcángel y con todas las virtudes del cielo y con
todos los santos, ante tu santísimo Hijo amado, Señor y maestro.
Gloria al
Padre…
Preces
Oremos al que hizo
obras grandes en María, y pidámosle que escuche nuestras peticiones,
respondiendo a cada una de ellas:
Que la Virgen de la
Estrella interceda por nosotros
1.
Para que Dios infunda su luz y su
fuerza a los responsables de nuestra ciudad, y a todos los que vivimos en ella
nos otorgue el don de un sincero amor mutuo. Oremos.
2.
Para que quienes se sienten tentados
por la soberbia, la ambición o la sensualidad pongan sus ojos en María y,
ayudados por su intercesión, venzan sus tentaciones. Oremos.
3.
Para que el Señor conceda su ayuda a
los ancianos y enfermos y les conceda sentirse dichosos porque, unidos a los
sufrimientos de Cristo, contribuyen a la salvación del mundo. Oremos.
4.
Para que todos nosotros, por
intercesión de María, Virgen fidelísima, perseveremos en el bien hasta la
muerte. Oremos.
5.
En unos momentos de silencio,
presentemos nuestra oración… Oremos.
Medítese y récese la oración final para todos los días.
Día Tercero. Meditación.
Del
libro del Apocalipsis (Ap 12,1-2.5a)
Un gran signo
apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una
corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores
de parto y con el tormento de dar a luz. (…) Y dio a luz un hijo varón, el que
ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro.
PALABRA DE DIOS
Antífona:
Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo entre las mujeres ninguna
semejante a ti, hija y esclava del altísimo y sumo Rey, Padre Celestial, madre
de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo; ruega por
nosotros, con San Miguel arcángel y con todas las virtudes del cielo y con
todos los santos, ante tu santísimo Hijo amado, Señor y maestro.
Gloria al
Padre…
Preces
Confiados en la
bondad del Señor, que ha hecho obras grandes en María, roguemos a Dios por las
necesidades de nuestro pueblo, y respondamos a cada petición:
Que
la Virgen de la Estrella interceda por nosotros
1.
Para que los pastores de la Iglesia,
cumpliendo fielmente, como María, la voluntad del Padre, engendren nuevos hijos
a la vida inmortal a través de la predicación y del bautismo. Oremos.
2.
Para que, por intercesión de María,
Madre de Misericordia, el Señor conceda la paz y la justicia a todos los que
viven en nuestra ciudad. Oremos.
3. Para que el ejemplo de María, que supo
acompañar a Su Hijo en el camino de la Pasión, dé valor a los que viven
rodeados de situaciones de dolor y sufrimiento. Oremos.
4. Para que el Rey de la gloria, que hizo
de María la Virgen fidelísima, nos otorgue –al honrarla en esta advocación de
la Estrella- ser plenamente fieles a la vocación a la que hemos sido llamados.
Oremos.
5.
En unos momentos de silencio,
presentemos nuestra oración… Oremos.
Medítese y récese la oración final para todos los días.
ORACIÓN
FINAL (para todos los días)
V. Dios
y Padre nuestro,
Tú
que eres el amor, la humildad,
nuestra
esperanza y alegría
y
que nos has dado en María un ejemplo admirable
de
mujer que supo acoger
tus
designios con total disponibilidad
para
acompañar a tu Hijo en su condición humana
hasta
el árbol de la Cruz
y
sostener a los discípulos a la espera de Pentecostés;
concédenos
el don del Espíritu Santo
y,
por la intercesión de María Santísima de la Estrella,
seguir
las huellas de tu amado Hijo,
nuestro
Señor Jesucristo,
buscando
en todo momento lo que a Ti te agrada
para
llevar adelante nuestro compromiso
en
el servicio a los hombres, nuestros hermanos.
Por
nuestro Señor Jesucristo.
R. Amén