Esos dos sentimientos son los que la Hermandad refleja en estos momentos y que derivan de la pasada Estación de Penitencia del Lunes Santo.
Orgullosos de todos los hermanos que de una manera u otra participaron en la procesión o en su organización y mantenimiento y especialmente de esa cuadrilla de hermanos costaleros, “los cojitos”, que ya han quedado para la historia de la Hermandad y de la Semana Santa de Cáceres. Veintiséis corazones, entre ellos el de la primera costalera de la ciudad, que supieron derrochar arte y sobre todo mucha casta y que consiguieron poner Cáceres bocabajo.
Agradecidos al pueblo de Cáceres que supo estar con nosotros, y que se integró y vibró con el paso del Señor por las distintas calles y plazas. Jamás se nos olvidará el paso por la tribuna de la Plaza Mayor cuando nada más llegar el público arrancó la que ha sido la ovación emocionada más grande de esta Semana Santa. O el saludo a la Cofradía de los Ramos, sin duda otro momento estelar de la procesión y del Lunes Santo cacereño.
También debemos estar agradecidos a las cofradías que tanto nos han ayudado para que esta primera procesión tuviera la dignidad que una Semana de Pasión como la cacereña se merece. A la Cofradía de los Estudiantes, hermandad compañera de Templo, que nos acompañó con sus túnicas; a la querida Hermandad del Amor por su préstamo de faroles de la Cruz de Guía; a la Sacramental de la Sagrada Cena por la cesión de las tulipas para los candelabros traseros y a la Cofradía de Jesús Nazareno, que en su IV Centenario nos ha prestado los candelabros antiguos del Cristo de las Indulgencias y de la Caída, así como tres juegos de dalmáticas para completar nuestro cuerpo de acólitos.
No se puede olvidar el agradecimiento a la Fraternidad Franciscana Nuestra Señora de los Ángeles, especialmente dirigido a la figura de nuestro Director Espiritual Fray Manuel Díaz Buiza y a Fray Isidro, para quienes también fue un Lunes Santo muy especial, jornada en la que hasta San Pedro se emocionó una hora antes de salir la Cruz de Guía del Templo.
Por último, que decir de la Agrupación Musical Carbajosa de la Sagrada, banda que sentimos como propia y que hizo las delicias de propios y extraños con esa conjunción perfecta con los costaleros. También es para sentirse orgulloso y agradecido de ellos porque lo han dado todo.
En fin, ya pasó la primera procesión y con ella el período fundacional de la Hermandad. Ahora sólo queda aprender de los errores y los fallos y seguir construyendo esta Hermandad para que sea grande en todos los sentidos. Para ello se necesita la colaboración de todos los hermanos, tanto de los antiguos, como de los que se están haciendo de una semana para acá.
Gracias a todos por vuestra dedicación y orgullosos podemos estar que hemos procesionado por Cáceres con una dignidad y un decoro a la altura de la Semana Santa cacereña.
NOTA: en próximas fechas se podrá ver una galería fotográfica de la Procesión.
Orgullosos de todos los hermanos que de una manera u otra participaron en la procesión o en su organización y mantenimiento y especialmente de esa cuadrilla de hermanos costaleros, “los cojitos”, que ya han quedado para la historia de la Hermandad y de la Semana Santa de Cáceres. Veintiséis corazones, entre ellos el de la primera costalera de la ciudad, que supieron derrochar arte y sobre todo mucha casta y que consiguieron poner Cáceres bocabajo.
Agradecidos al pueblo de Cáceres que supo estar con nosotros, y que se integró y vibró con el paso del Señor por las distintas calles y plazas. Jamás se nos olvidará el paso por la tribuna de la Plaza Mayor cuando nada más llegar el público arrancó la que ha sido la ovación emocionada más grande de esta Semana Santa. O el saludo a la Cofradía de los Ramos, sin duda otro momento estelar de la procesión y del Lunes Santo cacereño.
También debemos estar agradecidos a las cofradías que tanto nos han ayudado para que esta primera procesión tuviera la dignidad que una Semana de Pasión como la cacereña se merece. A la Cofradía de los Estudiantes, hermandad compañera de Templo, que nos acompañó con sus túnicas; a la querida Hermandad del Amor por su préstamo de faroles de la Cruz de Guía; a la Sacramental de la Sagrada Cena por la cesión de las tulipas para los candelabros traseros y a la Cofradía de Jesús Nazareno, que en su IV Centenario nos ha prestado los candelabros antiguos del Cristo de las Indulgencias y de la Caída, así como tres juegos de dalmáticas para completar nuestro cuerpo de acólitos.
No se puede olvidar el agradecimiento a la Fraternidad Franciscana Nuestra Señora de los Ángeles, especialmente dirigido a la figura de nuestro Director Espiritual Fray Manuel Díaz Buiza y a Fray Isidro, para quienes también fue un Lunes Santo muy especial, jornada en la que hasta San Pedro se emocionó una hora antes de salir la Cruz de Guía del Templo.
Por último, que decir de la Agrupación Musical Carbajosa de la Sagrada, banda que sentimos como propia y que hizo las delicias de propios y extraños con esa conjunción perfecta con los costaleros. También es para sentirse orgulloso y agradecido de ellos porque lo han dado todo.
En fin, ya pasó la primera procesión y con ella el período fundacional de la Hermandad. Ahora sólo queda aprender de los errores y los fallos y seguir construyendo esta Hermandad para que sea grande en todos los sentidos. Para ello se necesita la colaboración de todos los hermanos, tanto de los antiguos, como de los que se están haciendo de una semana para acá.
Gracias a todos por vuestra dedicación y orgullosos podemos estar que hemos procesionado por Cáceres con una dignidad y un decoro a la altura de la Semana Santa cacereña.
NOTA: en próximas fechas se podrá ver una galería fotográfica de la Procesión.