Ahora junto a Dios escucháis las plegarias y súplicas de los que os invocan con devoción, y acuden a vosotros desde los campos, pueblos y ciudades. Mártires de Cristo, alcanzadnos de Dios que, confesando nuestra fe, acojamos el Reino anunciado por Jesucristo con verdadero espíritu de penitencia y vivamos como hijos de Dios.
Santos Mártires Gloriosos, Sebastián y Fabián, llevad nuestros ruegos ante Dios y concedednos vuestra milagrosa intercesión para que podamos obtener lo que aquí pedimos: (pídase la gracia que se desea alcanzar)
San Sebastián y san Fabián, atended nuestras plegarias, ayudadnos a conseguir lo que solicitamos y dadnos fuerza y confanza. Imitando a los primeros cristianos que os profesaban devoción, prometo acordarme siempre de vuestro favor y nunca dejará de honraros, Gloriosos Mártires.
Padrenuesto, Ave María y Gloria.