domingo, 3 de marzo de 2024

CARTEL DEL LUNES SANTO 2024

La pintura anunciadora de la procesión del Lunes Santo del presente año de 2024 de nuestra Hermandad es obra del artista plástico ayamontino Christian Montes Hervás, realizada en técnica mixta (acrílico, carboncillo, cartón, esmalte acrílico y óleo) sobre tabla, con unas dimensiones de 80x60 cms., siendo una composición protagonizada por las Sagradas Imágenes de la Cofradía que procesionan en dicha jornada, apareciendo ambos de perfil, y manifestando un momento de encuentro entre la Madre y el Hijo, como si de una escena del evangelio se tratara. Pero, aunque hay un choque de presencias, no existe en él un cruce de miradas.

María, rota de dolor, apenas es capaz de mantener la mirada hacia el torturado rostro de Cristo, que se muestra totalmente rendido ante la injusta Sentencia pronunciada en su juicio ante Pilato y entregado a la Voluntad del Padre. Parece como si Jesús y María mantuvieran una escueta conversación de apoyo mutuo ante los terribles acontecimientos que están sufriendo en la carne y en el espíritu.

Vemos, por lo tanto, un momento íntimo, de dolor, de introspección, de aceptación que nos lleva a la oración, pues al estar ambas imágenes representadas de manera realista la obra, aunque cartel anunciador, bien serviría como tabla de devoción al ser verdaderos retratos de los prototipos que son las imágenes de la Hermandad, jugando con el anacronismo propio del arte que puede retrotraernos a usos y costumbres más propios de los siglos XV y XVI.

Ambas imágenes aparecen rematadas con elementos solucionados en una única tinta de blanco inmaculado, que reafirma la naturaleza pura y divina, destacando especialmente la circunferencia que rodea la cabeza del Señor, a modo de nimbo de las primitivas representaciones cristianas que imprime su carácter divino, y que simbólicamente nos recuerda también la entrega del Cuerpo de Cristo en la Cruz y su presencia viva y salvífica, pues la Salud es Salvación, en el Sacramento de la Eucaristía.

La estética del entorno donde radica la Cofradía es clave para entender el marco donde suceden estos acontecimientos: Cáceres, ciudad cuyo conjunto monumental está declarado como Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1986, resulta un emplazamiento idóneo para recrear los hechos acaecidos en aquella Jerusalén hace casi dos mil años.

Pero no apreciamos el bello marco de nuestros palacios, murallas y torres, con siglos de historia y por donde han pasado nobles y reyes católicos, sino ese otro Cáceres donde el Señor de la Salud y su Madre de la Estrella estarían. El Cáceres de las paredes desconchadas, a causa del paso del tiempo, como las del entorno de nuestro Templo de Santo Domingo, que parece haber sido signo inequívoco de un paso del tiempo lleno de humildad y servicio, como el de nuestra orden franciscana.

Con este soporte, como fondo de la escena, se establece una línea paralela en sentido metafórico sobre los sentimientos de debilidad y vulnerabilidad de la vida mortal y que recuerda a movimientos artísticos propios del siglo XX como el informalismo europeo, donde al igual que en esta tabla se juega con las texturas de los materiales para expresar la idea, como ya lo hicieran maestros como Antoni Tapiès o Manolo Millares.

Este enlucido ya caído, que puede llegarnos a los espectadores que nos enfrentamos a la obra como un mensaje de aparente decadencia, debe verse como un signo de esperanza ante la posibilidad si se quiere de una restauración no solo física, que dicho sea de paso nuestro entorno lo necesitaría, sino espiritual, como oportunidad para afrontar la vida con total confianza y llevar a cabo así la Voluntad de Dios.

Finalmente, “CHARITAS, IUSTITIA, SALUS”, leyenda en latín que tiene tallada el Señor de la Salud en la parte trasera de su peana y que completa el discurso de esta obra pictórica que sirve para anunciar a modo de cartel la procesión del Lunes Santo el año en el que la venerada imagen del Señor cumple quince años de su bendición.

En conclusión, el artista ha querido plasmar una pintura que nos habla de Hermandad, pues en ella están los Sagrados Titulares que procesionan en Semana Santa; de identidad, ya que está representado el entorno desde donde la cofradía realiza su procesión; y el espíritu, pues no debemos olvidar el mensaje que de la decadencia siempre puede surgir esperanza.